La mejor forma de crear un aplicación informática usable es realizando un diseño centrado en el usuario, diseñando para y por el usuario, en contraposición a lo que podría ser un diseño centrado en la tecnología o uno centrado en la creatividad u originalidad. Por lo que se puede también afirmar que la mejor forma de que la usabilidad sea medible es que dicha evaluación sea realizada por el usuario de la misma. Este trabajo se propone como objetivo diseñar una lógica difusa basada en la experiencia del usuario para medir la usabilidad. El trabajo con conjuntos difusos se acopla a la variabilidad de la medición de la usabilidad basada en la experiencia del usuario y reduce la necesidad de intervención de los expertos en la interpretación de los resultados de dicha medición. La teoría de la lógica difusa aplicada para realizar el análisis y evaluación de la usabilidad según la experiencia del usuario, genera y entrega datos más exactos, que otros métodos cualitativos. Esta brinda a los desarrolladores del software en cuestión la posibilidad de una mejor interpretación, libre de otras subjetividades.