Resumen
Los problemas de salud relacionados con la alimentación se explican, con frecuencia, por razones socioculturales. Este artículo plantea la necesidad de reconsiderar dichas razones en el diagnóstico de empeoramiento de los hábitos alimentarios, ya que se han tipificado como agentes causales desde el
fast-food al ocio pasivo, desde la desestructuración familiar al ritmo acelerado de vida, desde la generalización de la calefacción o el transporte mecanizado a la insuficiencia de equipamientos deportivos, desde la publicidad alimentaria a la falta de educación nutricional. Si esgrimirlas como causas no parece tarea difícil, sí lo es demostrarlas. En España, todos estos factores están presentes, pero apenas se sabe si han influido mucho o poco en la alimentación cotidiana, y si dicha influencia ha sido necesariamente negativa. Lo que sí constatamos es que las maneras de comer actuales responden, principalmente, a los constreñimientos sociolaborales, la ruptura de los aprendizajes alimentarios, el reparto del trabajo doméstico y el triunfo de las preferencias individuales. Esto explica, en parte, porqué aun conociendo las recomendaciones nutricionales, ciertas prácticas alimentarias parecen alejarse de la "dieta óptima