Resumen
En el otoño de 1964 los residentes e internos de los hospitales de México iniciaron un paro pidiendo aumento de salarios, mejores condiciones de trabajo y la oportunidad de seguir estudiando. El movimiento duraría casi un año y al paso del tiempo las demandas dejaron de ser estrictamente por cuestiones laborales y se tornaron más universales. Los internos y residentes comenzaron a hablar sobre justicia social, el derecho a la salud de todos los mexicanos, y aun sobre el problema agrario en la nación. El gobierno, preocupado por la influencia que tenían estos profesionales, envió al servicio de inteligencia a patrullar a diario todos los hospitales de la capital y a seguir clandestinamente a ciertos médicos. Utilizando solo unos cuantos de estos reportes diarios, se muestra cómo el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz utilizó al movimiento médico para entender al movimiento estudiantil de 1968.