Resumen
Partiendo de las reflexiones de Canguilhem sobre normalidad y patología analizamos las ambigüedades del concepto de salud mental. Ante el limitado espacio que ciertos saberes médicos dedican a la comprensión de sufrimientos individuales, crece la preocupación por medir, cuantificar y localizar funciones cerebrales asociadas con desvíos de conducta, estados de angustia, dificultades de aprendizaje o sentimientos de fracaso. El texto de Canguilhem
El cerebro y el pensamiento nos conduce a revisar los supuestos epistemológicos y éticos de los actuales saberes dedicados a la localización cerebral de funciones morales e intelectuales, y nos permite iniciar una reflexión crítica sobre los axiomas y presupuestos de la ciencia del cerebro. Tomando como referencia sus reflexiones sobre el concepto de salud y sobre la historia de las ciencias, se discuten los límites y las dificultades de esa búsqueda por establecer parámetros objetivos y universales de salud mental iniciada en 1810.