Resumen
Este trabajo plantea una serie de interrogantes sobre la cambiante economía de relaciones entre la vida y la muerte. Para ello analiza el modo en que las políticas de salud colectiva se desarrollaron en el marco del nacimiento de los estados nacionales. La tematización del bienestar de la población en términos de
salus populi es inexplicable desligada del surgimiento de los dispositivos biopolíticos, los cuales tenían (y tienen) un alcance más amplio. Un análisis tal debe ofrecer una crítica, en el sentido fuerte, de una multiplicidad de saberes: policía, estadística, higienismo, sanitarismo; y no solo las extremidades de la eugenesia y el racismo. Esa crítica abre la pregunta de si es posible una biopolítica afirmativa que haga posible la potenciación de la subjetividad, individual o colectiva.