Investigadora titular y coordinadora del Centro Latino Americano de Estudos sobre Violência e Saúde (CLAVES), Escola Nacional de Saúde Pública, Fundação Oswaldo Cruz.
Este artículo propone una reflexión sobre la violencia y su impacto sobre la salud y la calidad de vida. Comienza con una exposición sobre las dificultades de inclusión del tema en el área de la salud. Critica las visiones que absolutizan el sentido de la violencia, considerándola como un proceso ahistórico y por encima de las conciencias y de la sociedad. Dentro de una perspectiva histórica, busca situar el tema en el campo social y en el de la salud, advirtiéndose el riesgo epistemológico y práctico de reduccionismo cuando se trata ese fenómeno como una epidemia, o sea, proponiendo criterios descriptivos y analíticos utilizados para la comprensiónde las "enfermedades". Muestra que la violencia es un fenómeno mucho más complejo. Y en última instancia se configura como termómetro social y un indicador de calidad de vida. Incluye algunos datos generales, y llama la atención hacia los caminos de posibilidad de acción sectorial e intersectorial.